Por Borja Bandrés
El entierro de la sardina es una ceremonia con la que se anuncia el fin del Carnaval. Tiene lugar el llamado miércoles de ceniza y en ella se parodia un cortejo fúnebre que culmina con la quema de alguna figura simbólica, como es la sardina — cuyo significado explicamos más adelante — y su posterior entierro. Esta ceremonia equivale a enterrar el pasado y lo socialmente establecido para renacer con mayor fuerza. Es un día de fiesta considerable donde la gente baila enmascarada como si no hubiera mañana, un momento de transgresión de los valores, de liberación de instintos primarios, de inversión de roles y una oportunidad propicia para expresar libremente, generalmente a través de la sátira, la crítica a las normas sociales y a la autoridad.
Francisco de Goya - El entierro de la sardina
Célebres artistas han ilustrado el entierro de la sardina desde sus orígenes en la Edad Media. Por ejemplo Francisco de Goya en un cuadro que lleva por nombre este acontecimiento y que forma parte de una etapa oscura donde el aragonés creó otras pinturas como “Corrida de toros en un pueblo”, “Procesión de disciplinantes”, “Auto de fe de la Inquisición” y “Casa de locos”, todos ellos cuadros de tradiciones, costumbres, fiestas populares y supersticiones donde el protagonista es el pueblo llano frente a las instituciones.
Josep Maria Rovira Brull - L'enterrament de la sardina
Josep Maria Rovira Brull - La falsa sardina enterrada
(obra vendida)
"La falsa sardina enterrada" representa la fiesta en su vertiente más penosa. Lo único que surge tras el entierro de la sardina muerta es la gula y la borrachera de unos asistentes aniquilados y sedados por la comida y la bebida. Los dos participantes que están en movimiento ven sus cabezas remplazadas por una calavera igual a las que se encuentran dentro de la sardina. A todo ello se les añade un sombrero que representa la locura y un cráneo de un ave depredadora. El decorado, sumido en la oscuridad, tiene el mismo color azulado y gris que la sardina enterrada llena de calaveras y está cargado de simbología, como toda la obra de Rovira Brull.
Josep Maria Rovira Brull - Després de l'enterrament de la sardina
(obra vendida)
Durante la escenificación del entierro de la sardina los asistentes suelen llevan pequeñas sardinas de papel colgadas de una caña. En algunos lugares se anima a los asistentes a vestir de luto y en otros, como en Cádiz, Córdoba o en algunas ciudades de Latinoamérica, queman al Dios Momo, la personificación del sarcasmo y la ironía en la mitología griega. Muy a menudo la fiesta se acompaña de una comida popular a base de sardinas, un pez que, más allá de sus propiedades nutritivas, se presta a varias interpretaciones, la mayoría sexuales que lo asocian con los genitales masculinos. Esta lectura haría alusión a la abstinencia de prácticas sexuales preceptuadas por la Cuaresma, que se inicia precisamente tras el entierro de la sardina y que representa el retorno a la normalidad y a la seriedad.
Josep Maria Rovira Brull - La carn i la cuaresma
La obra de Rovira-Brull estará visible del viernes 3 de marzo al 25 de junio de 2023 en el Museo de Mataró